Un Lugar Para Encontrar Nuevas Oportunidades

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“La juventud es el momento de estudiar la sabiduría;
la vejez, el de practicarla.”

Jean Jacques Rosseau

Hoy, estuve en un colegio distrital conversando la posibilidad de unas conferencias provida para los estudiantes: “pásenos la propuesta, pero sólo para los niveles inferiores, porque los superiores ya fueron atendidos por Profamilia, con un acuerdo directo entre ellos y la Alcaldía”.

De nuevo mi pregunta de aquel post: ¿qué autoridad tiene Profamilia para ser la voz del Estado? ¿No se supone que El Estado nos representa a todos?

La profesora que me indicaba respecto a los parámetros de mi propuesta, me indicó que los señores de Profamilia van a los colegios con la intención entre otras cosas, de colocar implantes de anticonceptivos a las señoritas, todo a espaldas de los padres de familia, para preservar el “derecho a la privacidad” de las estudiantes.

¿Derecho a la privacidad?

Derecho a que las niñas lloren después la desgracia de ver cómo su afectividad se ha deshecho de una manera casi irremediable.

Derecho a que experimenten con sus sentimientos al punto de que después no sepan si son bisexuales, heterosexuales o qué son.

Derecho a que pierdan la confianza en el sexo opuesto y se les escape la posibilidad la amar, como el agua entre los dedos.

Derecho a que se ataque la institución de la familia para que todos privadamente, lloremos la soledad de no poder contar ni siquiera con un papá.

Esta campaña del implante anticonceptivo, ya la he oído en otras ocasiones. Tal vez aún no hayan llegado a colegios privados o tal vez tus hijos estudien en escuelas públicas. ¿Te gustaría que a tu hija le colocaran ese implante? ¿Cuánto mas vamos a esperar para darnos cuenta que están jugando con la afectividad de nuestros hijos solo por ganar dinero?

¿Te gusta la idea de que sea Profamilia la que dicte los parámetros para la afectividad de tu hijo?


Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.

El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.

Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: «has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta.

Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.» Tu puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre.

Ellos te prestan todo, comparten palabras de elogio y siempre quieren abrirnos sus corazones.

En pocas líneas…

  • Imágenes conmovedoras. ¿Verdad que la vida es maravillosa?
  • Será que el trabajo es un castigo?

Mas información:

El Conocimiento al Servicio de la Persona

! Comentario

  1. 26 abril, 2007    

    >Eso es cierto estoy de acuerdo Saulo….creo que las campañas de planificación en realidad son campañas de promoción de condones…que vergüenza y que tristeza que eso se promueva en los colegios a mi no me gusta permitir eso..gracias a Dios no existe en el colegio donde trabajo aun esa materia de educación sexual como le llaman y si hubiese y me correspondiera creo que mas bien la cambiaría por educación en valores.

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